"Y, el cuestionamiento no es por el patinódromo, porque todo lo que sea para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos siempre debe ser bien recibido".
Por Juan Andrés Suárez - Abogado
Diciembre de 2022
Con esa sensación vaga de malestar en el estómago vamos a quedar los malagueños en estas fiestas, y no precisamente después de comer en las tradicionales novenas o en la acostumbrada cena de nochebuena, sino por el "Buñuelo" que preparó la Administración Municipal en un cuestionado Proyecto de Acuerdo, presentado ante el Concejo Municipal para su respectivo estudio y aprobación.
Dos mil cuatrocientos millones de pesos sería la deuda que asumiría el Municipio de Málaga con una tasa de interés del 16.70% a ocho años, si el Concejo Municipal le aprueba al ejecutivo un proyecto que le da facultades al Alcalde para solicitar un crédito a una entidad financiera y con unos intereses excesivos, además de autorizarlo para comprometer vigencias futuras extraordinarias; en otras palabras, lo que pretende el alcalde de turno es empeñar los recursos públicos de todos los malagueños para pagar un crédito público con sus respectivos intereses al banco que sea elegido para tal efecto.
Nos preguntamos todos: ¿Y para qué? ¿Se justifica esa intención de derroche público? ¿Es conveniente endeudar al Municipio? ¿Cuáles serían las consecuencias de aprobar ese tipo de proyectos de acuerdo? ¿Este proyecto se encuentra en el Plan de Desarrollo 2020 – 2023?
La comunidad debe saber que la corporación pública, Concejo Municipal, ejerce la función de control a la administración municipal, entre otras funciones de orden constitucional y legal, le compete a dicho órgano colegiado objetar, por inconstitucional, ilegal o inconveniente para el municipio, los proyectos de acuerdo que presente el ejecutivo para su respectivo estudio, y para este caso específico donde se debate en épocas de fiesta decembrinas y a un año de terminar su mandato constitucional, tal proyecto de endeudamiento sería inconveniente para Málaga e ilegal en su procedimiento.
Ahora bien, para dar claridad del dinero que se busca en calidad de préstamo, es importante advertir al pueblo malagueño que lo que busca la Alcaldía es financiar en su totalidad la construcción de un patinódromo o pista de patinaje, con recursos propios, que a propósito, un proyecto de esta envergadura supera los 3.700 millones de pesos, sin siquiera haber gestionado durante los últimos tres años recursos de inversión ante el Gobierno Nacional o Departamental, ONG´s o entidades internacionales que apoyan estos propósitos para impulsar el deporte a nuestros jóvenes.
Y el cuestionamiento no es el patinódromo, porque todo lo que sea para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos siempre debe ser bien recibido, la controversia es ¿Por qué no se gestionaron recursos para el proyecto del patinódromo?, pues la Gobernación de Santander y algunos congresistas ya habían ofrecido en el 2020 los recursos para la construcción de este escenario deportivo, previa formulación y presentación del proyecto ante el Ministerio del Deporte que tiene disponibilidad necesaria para la construcción de este tipo de obras de infraestructura, siendo el único requisito exigido al municipio la disponibilidad del lote, situación que nunca se dio, porque, ni en el Ministerio del Deporte ni en la Gobernación de Santander, reposa tal proyecto requerido, lo que se traduce en mera negligencia y omisión en la consecución y gestión de recursos por parte de la Administración Municipal, encabezada por el Alcalde de turno.
Entonces, no es justificable endeudar las arcas municipales para pretender un proyecto que no sería conveniente en estos momentos para el municipio, cuando existen necesidades prioritarias que se deben atender oportunamente, adicional a que no cumple con el procedimiento de rigor, exigido por el Ministerio de Hacienda y reiterado por la Contraloría General de la República, al no reunir las exigencias para comprometer vigencias futuras extraordinarias (8 años), lo que serían dos administraciones municipales, y que, muy seguramente, nos dejaría otro elefante blanco en nuestro territorio, pero con nuestros propios recursos.
El llamado es al recinto de la democracia, en cabeza de los concejales que nos representan, a que no se presten para este trámite viciado de ilegalidad e inconveniencia para nuestra ciudad, pues en ustedes recaerá la responsabilidad fiscal, disciplinaria y penal ante las autoridades competentes, al aprobar un proyecto que a todas luces esboza derroche y ausencia de planeación.